La gatronomía toscana ofrece una cocina y una variedad de vinos como ninguna en Italia. Para los toscanos comer es una pasión que comparten con los visitantes. Su cocina es mucho más que pizza y pasta, gira en torno a los recursos gastronómicos autóctonos como verduras, caza, castañas, legumbres, jamón, quesos, verduras, sopas, pastas, salamis, carne, setas, trufas blancas y un excelente aceite de oliva, del que existen mas de 40 variedades. Las alubias son uno de los alimentos básicos de la región y otros italianos todavía llaman peyorativamente a los toscanos
mangiafagioli (comedores de alubias).
La comida italiana, y también la toscana, suele comenzar con unos entrantes o
antipasti, que literalmente significa antes de la comida. Entre los entrantes que ocupan un lugar privilegiado en la gastronomía toscana, destacan los
embutidos con una gran diversidad de jamones y salamis. Aparte del clásico
prosciutto (jamón crudo), son típicas las salchichas de jabalí (
cinghiali), y la
finocchiona, que es un embutido similar al salchichón aromatizado con granos de hinojo.
Otros antipasti de la Toscana son los
crostini y la
bruschetta. Los
crostini son una tostada fina y crujiente untada con pasta de aceituna, pate de hígado de pollo, de bazo de vaca picado o de trufa blanca. La
bruschetta es una rebanada de pan tostado al horno sobre la que se puede poner casi de todo. Se diferencian por el tamaño, mientras que los
crostini son pequeños, de una rodaja de pan tipo barra, la
bruschetta se elabora con una rebanada de pan casero de mayor tamaño.
En la Toscana los primeros platos no incluyen la pasta con tanta frecuencia como en otros lugares de Italia. El primer plato (
il primo piatto) suele ser sopa como la
minestrone (con jamón o verduras), la
zuppa di fagioli (sopa de alubias) y la
ribollita, que literalmente significa recocida. Es un puchero que los campesinos preparaban con alubias y hortalizas de temporada, para recalentarlo y volverlo a comer en días sucesivos durante la semana.
Otro primer plato muy habitual es la
pappa al pomodoro (sopa de pan y tomate), la pasta con marisco o trufas, y los
pappardella alla lepre (tallarines anchos y planos con salsa de liebre).
Los segundos platos (
i secondi piatti) están elaborados principalmente a base de carne o pescado. El plato más conocido de la Toscana y rey indiscutible de los segundos platos es la
bistecca alla fiorentina (bistec a la florentina), que debe quedar sangrante. Además del bistec, Florencia ofrece otra especialidad como la
trippa alla Fiorentina (callos con tomate), más suaves que los españoles.
El pan típico toscano es sin sal (
sciocco), que armoniza bien con cualquier plato. Las verduras como guarnición (
contorni) o la ensalada (
insalata), se sirven aparte.
Los
postres, además de dulces (
dolci), pueden incluir fruta o queso (
formaggio). La Toscana no tiene una gran tradición de dulces, por lo que destacan los postres típicos italianos, como los helados, de fama mundial, y el
tiramisu. Muchos italianos pasan por una heladería (
gelateria) en su paseo después de la comida en vez de tomar un postre.
Las especialidades regionales son el
panforte de Siena, una especie de turrón elaborado con almendras, nueces, miel y especias, y los
cantucci, pequeñas galletas de almendras, similares a las perronillas, que se toman mojadas en
vinsanto (vino dulce toscano).
Aunque los turistas terminamos la comida o cena con un café con leche (
caffé latte) o
cappuccino, los italianos finalizan la comida con una taza de
caffé espresso muy concentrado. Ellos sólo toman cappuccino en el desayuno.
GELATERIA DE PIAZZA DELLA FAMIGLIA DONDOLILa mejor de
San Gimignano. Sabores naturales y agradables, servidos en el punto de congelación adecuado, con una textura suave y uniforme que se funde en la boca. Este heladero forma parte del equipo italiano campeón del mundo de Heladería.
RISTORANTE LE VECCHIE MURA 
Instalado en unas cuadras reconvertidas que estaban dentro de las murallas de
San Gimignano. Además tiene una terraza con unas vistas impresionantes del paisaje toscano. Un restaurante excelente con una relación calidad-precio fantástica.
En la foto aparece un plato de
crostini y
bruschette, que tomamos como antipasti (entrantes). El otro es
trippa alla Fiorentina (callos a la Florentina), parecidos a los típicos españoles de cerdo, pero eran de ternera y mucho más suaves.
