21 de febrero de 2010

EL PRIMER ESCALON...

El pasado martes día 16 de febrero celebramos la primera gastroquedada de los Gastrobloguers salmantinos, que tuvo lugar en La Cocina de Toño.
La cena consistió en un menú degustación, todo muy bueno y bien servido, acompañado con Orben de Rioja, un vino desconocido para mí y también muy rico.
Los platos que tuvimos ocasión de probar fueron Albóndiga de cordero rellena de una uva morada y acompañada de miel, Crema de alubias con morcilla, chistorra y guindilla en tempura (que le da otra gracia y un toque distinto a las guindillas en vinagre y también al plato), Carpaccio de Kobe con parmesano y trufa, Bacalao con gazpacho de fresas y queso fresco, Rape con almejas, hongos, salsa de sidra y de piquillos, y Magret de pato con salsa de cítricos, puré de manzana y de patata. Antes del postre tomamos un Chupito de lima limón con gotitas de chocolate liquido. Denso y refrescante, fue un prepostre espléndido para dar paso a la Tarta de queso tostada con coulis de frambuesa, frutitas y unos dados de membrillo, muy cremosa, nada empalagosa y suave pero con sabor.
La cena, abierta a todo el mundo y que reunió a profesionales, bloggers gastronómicos y aficionados, fue la primera toma de contacto para unir esfuerzos y experiencias con el fin de intentar espolear el conservadurismo culinario de Salamanca, una ciudad gastronómicamente difícil y conservadora. Al final Toño se unió a la mesa y compartió con nosotros sus sabios consejos y experiencia en la Asociación de Cocineros de Álava.
Por último, aunque desea permanecer en el “bicarbonato”, quiero agradecer la implicación de David para que la primera gastroquedada se hiciera posible. Su blog y todas sus recetas son realmente impresionantes, pero lo mejor es que lo comprobéis vosotros mismos y paséis por http://pecadosdelmonaguillo.blogspot.com/.
La cena también me dio la oportunidad de comer junto a un cocinero, en este caso Jorge de Casa Montero que se sentó a mi lado. Os puedo confirmar que Jorge, además de un gran cocinero, también es un buen comensal que sabe disfrutar de la comida.

15 de febrero de 2010

JULI SOLER, EL VINO Y LA CERVEZA

Comentario dedicado a Soraya de “Casa Montero”, después de nuestra conversación del pasado domingo sobre el mundo del vino se me ocurrió escribir el comentario.

El mundo del vino, junto con la música, es una de las grandes pasiones de Juli Soler, director y copropietario con Ferran Adrià de elBulli.

Ligado al mundo de la hostelería desde los 13 años como camarero-gerente del negocio familiar, Juli se considera un aprendiz en todo lo relacionado con el mundo del vino y la gastronomía, ya que es imposible conocerlo todo porque es una asignatura que no tiene límites. Según su opinión lo que te acaba convirtiendo en un verdadero experto es la experiencia, el trasiego, la degustación y el vivir y disfrutar de algo. De igual forma cree que el mundo del vino y la gastronomía hay que vivirlo de forma sofisticada, pero no como esnobismo, sino con pasión, meticulosidad y con el objetivo de hacer feliz al comensal.

Entre otros muchas funciones, Juli Soler es responsable de la bodega de elBulli, que incluye una completa selección de vinos para todos los bolsillos y estilos, con mas de 1600 referencias.
elBulli además dispone de una carta de vinos on-line digitalizada http://vins.elbulli.com/, que permite seleccionar con anterioridad el vino que se va a beber. El objetivo es acabar con el problema de tener que hacer elecciones apresuradas en torno a una carta de vinos muy extensa, aunque al final en elBulli la mayoría de clientes se dejan aconsejar por los sumilleres, sobre todo porque Ferran Adriá prepara un menú degustación en el que no sabes qué vas a comer.

Juli Soler ha transmitido su pasión a David Seijas y Ferran Centelles, el tandem de sumilleres que ha formado en elBulli. Además de consultar previamente en sus archivos propios qué vinos eligieron los clientes en sus visitas previas a elBulli, lo principal es escuchar, poner siempre los pies en el suelo, porque nunca sabes lo qué vas a encontrarte en la sala, y suponer que la persona a quien estas atendiendo pueda ser un profundo experto y saber más que tú (algo posible dado el perfil de los clientes de elBulli). Además de que no hay dos clientes iguales, por ejemplo a uno le motiva conocer cosas nuevas y otro siempre bebe lo mismo.
Pero aunque el cliente no sea un experto o desconozca el mundo del vino, Juli Soler opina que ningún sumiller conoce mejor los gustos del cliente que el cliente mismo, por lo que el maridaje es otro concepto que no atrae nada a Juli Soler. Su objetivo es que en elBulli los comensales tengan la posibilidad de dejarse llevar por su propio criterio, escogiendo con libertad lo que les apetezca, y que los sumilleres aconsejen a los clientes la bebida más conveniente en cada ocasión, pero siempre sobre la base de los gustos del cliente.


ESTRELLA DAMM INEDIT



PRESENTACION:
Juli Soler, los sumilleres de elBulli Ferran Centelles y David Seijas, junto con Ferran Adriá y los maestros cerveceros de la compañía catalana Damm crearon la cerveza Estrella Damm Inedit con el objetivo de acompañar la mejor gastronomía. Inedit es una cerveza gastronómica nacida de dos cervezas elaboradas por separado y mezcladas al estilo coupage (mezcla de la misma o diferente partida o cosecha con el fin de unificar sus cualidades o complementar las cualidades de unas y los defectos de otras). Una de ellas es una cerveza de cebada de fermentación baja y la otra es una cerveza de trigo y de fermentación alta, aromatizada con piel de naranja, cilantro y regaliz.


SERVICIO:
La botella tiene un diseño exclusivo en negro opaco, que recuerda al de una botella de cava. Durante el servicio hay que mantener la botella de cerveza Inedit en cubitera a una temperatura entre 4º- 8ºC y servirla en copas de vino blanco, sin llenar más de la mitad de la copa.


NOTA DE CATA:
Su aspecto es ligeramente turbio, de destellos verdosos como el aceite de oliva, en nariz es compleja con flores, fruta y cítricos y en boca tiene una textura cremosa y fresca, con un fundido carbónico y poca percepción amarga, para respetar las elaboraciones culinarias. Versátil con sensaciones amargas, cítricas, salinas y picantes, es perfecta para la comida japonesa, los platos que son complicados para la mayoría de los vinos o las ocasiones en que no apetece beber vino.

7 de febrero de 2010

LA GRAN CROQUETADA

Comentario dedicado a mis compañeros Bea, Alfonso, Andrés, las dos Silvias, Paqui y a todos los que han participado de algún modo (como Sara con su labor de asesoramiento) en la Gran Croquetada que celebramos en el Bar Cernegula de nuestra compañera Paqui.

Por su carácter económico y su aptitud para aprovechar las sobras, al aceptar prácticamente cualquier ingrediente, las croquetas siempre han sido uno de los recursos más utilizados en la cocina casera tradicional.
Respecto a la textura de la besamel, depende del tiempo que la tengamos cociendo. A mayor tiempo, más humedad se evapora, la masa se espesa y queda más dura. De igual modo cuanto más se trabaja la besamel, más fina y homogénea resulta, aunque hay que procurar que la besamel quede ligera y suave pero no clara, eso depende de la cantidad de leche que se añade.
La besamel para las croquetas se elabora con muy poca consistencia y se deja en la nevera para que al enfriarse tome cuerpo, ya que cuanto más líquida y ligera sea la besamel, más cremosas serán las croquetas. Si la masa esta muy espesa se forman las croquetas con facilidad, pero queda demasiado dura y nada cremosa, por lo que la solución está en buscar el equilibrio entre poder dar forma a la masa sin dificultad y que a la vez resulte cremosa y con sabor en su interior.
Otro truco consiste en enfriar la masa, formar bolas, y enfriarlas nuevamente o, si se opta por una besamel mas líquida, se puede dejar un rato en el congelador para facilitar el rebozado. Si se guardan las croquetas rebozadas o no se fríen al momento cogen humedad, por lo que es necesario volver a pasarlas por pan rallado para que la fritura sea un éxito.
Posteriormente al freírlas las croquetas quedaran crujientes en su exterior, a lo que alude su nombre que proviene del verbo francés croquette (crujir) y el calor tambien devolverá la masa a su estado cremoso.
En cuando al secreto para que las croquetas no se abran al freírlas es que no quede ninguna parte sin rebozar y que el aceite esté bien caliente y cubra por completo las croquetas, sin sacarlas del aceite hasta que estén bien doradas.
En la Gran Croquetada del pasado jueves nos comimos unas deliciosas croquetas caseras de diferentes tipos (Paqui de farinato y de pollo y ternera, Andrés de cocido rebozadas en sésamo, Silvia de atún, Bea de farinato y carne picada, Silvia H. de pimientos de piquillo, y yo de patata), que fueron la excusa para juntarnos, beber, comer las croquetas y en definitiva, pasar un buen rato que por supuesto repetiremos.
A continuación os dejo la receta de la croquetas que preparé. Son sencillas y muy fáciles de hacer, la masa se prepara con patatas, en vez de besamel, y al igual que las patatas bravas estas croquetas se sirven acompañadas de salsa brava de tomate y de mayonesa aliñada con mostaza.
CROQUETAS BRAVAS
Lava las patatas (las de la variedad Ratte o BF 15 son perfectas para los purés) y cúbrelas con agua fría, sobrepasando unos 3 centímetros.
Añade 10 g de sal por litro de agua (es importante respetar la proporción de sal al hervir). Cuece las patatas a fuego moderado durante 20 o 30 minutos con la cazuela abierta, pela las patatas aún calientes, pasa por el pasapurés y cuece al fuego trabajando con una espátula de madera. A continuación añade mantequilla bien fría, hasta que la absorba por completo, y la leche entera (previamente hervida) poco a poco hasta que también absorba todo el liquido, teniendo en cuenta que las proporciones de mantequilla y leche dependen del tipo de patata que uses. Por último añade pimienta blanca y nuez moscada.
Da forma a las croquetas, pásalas por pan rallado, huevo batido y pan rallado y dora las croquetas en abundante aceite de oliva virgen extra bien caliente.
Una vez doradas, sácalas sobre papel absorbente y sirve las croquetas de patata en el plato acompañadas de la salsa brava de tomate y la mayonesa aliñada con la mostaza.
Para preparar la salsa brava de tomate sofríe las cebollas picadas y ligeramente sazonadas junto con una guindilla de cayena durante unos 35 minutos.
Incorpora los tomates maduros troceados, una pizca de azúcar y deja que cueza muy lentamente a fuego suave durante una hora hasta que la salsa esté reducida.
A continuación pon a punto de sal, agrega un poco más de azúcar si la salsa está ácida y añade unas gotas de tabasco, según nivel de picante que te guste. Por último pasa por un pasapurés y vuelve a hervir la salsa para que recupere el color rojo.
Para la otra salsa simplemente mezcla la salsa de mayonesa con la mostaza de Dijon. Si queda demasiado espesa aligérala con un poco de leche.
Además de las croquetas líquidas inventadas por elBulli y Ferran Adriá, tienen gran fama las croquetas de jamón, pechuga de pollo y huevo cocido del restaurante Echaurren en La Rioja, elaboradas según la receta tradicional de Marisa Sánchez, que las reboza en pan rallado, huevo y otra vez pan rallado sin utilizar harina.
Si quieres saborear unas buenas croquetas en Salamanca podéis acudir a Casa Montero, sus croquetas de farinato con curry y también las de cocido son de las mejores que he probado nunca, de excelente sabor, crujientes por fuera y con una textura interior suave y jugosa. Para el cocinero Paco Roncero, y también para mí, las croquetas son un indicador de la calidad de la cocina de un establecimiento. Suele coincidir que si las croquetas están buenas, puedes estar tranquilo y el resto de las cosas también lo estarán, algo que se cumple con la cocina de Casa Montero, donde cualquier tapa que pidáis estará rica.

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